Riquelme dirige, como mi amigo Lingenti dijo alguna vez de Kurosawa, con parsimonia magistral. Además de las asistencias y los goles, Román aporta tres conceptos al fútbol moderno.
-que no todo es velocidad. Más aún, que la velocidad no es gran cosa.
-Que jugar para el equipo o que el equipo juegue para uno es un dilema estúpido. El jugador más solidario de la Liga es Riquelme, que no se cansa de dar goles a sus compañeros.
-Que el buen fútbol no necesita garra, atributo de animales que disfraza la desesperación y oculta la falta de calidad. Roger Federer de la Liga española, Riquelme no se fastidia jamás, ni siquiera cuando le hacen patear de nuevo los penales.
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