28.8.04

Argentina 89 - EE.UU. 81


Los medios españoles no solo han interpretado la victoria argentina como una venganza, sino como una prueba de que los estadounidenses son un mal equipo. Y dale...

27.8.04

Nadie es profeta en su tierra

http://www.nba.com/athens2004/capsules_040811.html

Wow. Este Sandri tiene visión y cojones. Un analista ítalo-estadounidense que se atrevió a pronosticar en NBA.com que el equipo con más chances de ganar el oro olímpico en Atenas era Argentina. No solo eso: "I know it's a long shot, but I think Argentina will top the U.S. in either the semifinals or the finals." ¡Nostradamus is alive!

Baloncesto olímpico: Caer con estilo

La derrota, según Marca

España, a juzgar por lo que dicen sus medios, tiene tres explicaciones para su derrota ante Estados Unidos en los cuartos de final del básquet olimpico.

-la estructura clasificatoria de los torneos deportivos internacionales es injusta;
-el arbitraje siguió las reglas de la NBA y no las de la FIBA, y
-un pedido de tiempo muerto por parte de Estados Unidos cuando el partido ya estaba liquidado a favor de ellos fue en realidad un gesto humillante que revela la poca ética deportiva de los vencedores.

Dicho de otra manera, ganaron, pero ayudados por las circunstancias y los árbitros, y además no se lo merecían.

Lo curioso es que el público español no haya percibido todos estos problemas antes, cuando ganaron cinco partidos al hilo y se convencieron de que enfrentar a Estados Unidos era apenas un trámite. Probablemente la bronca venga del hecho de que España está poco acostumbrada a ser líder en cualquier competencia desde el arranque y sentir el vértigo del que pica en punta y cree que tiene el torneo en el bolsillo.

Pero la experiencia demuestra en los impredecibles deportes con pelota que los favoritos suelen arrancar fríos, cuando no hay eliminación directa, para terminar apabullando en los partidos finales. Argentina, que supo ser el "campeón moral" de todos en Indianápolis 2002 por haber volteado a los profesionales de Estados Unidos por primera vez en la historia pero no tuvo sangre fría para ganar la final a Serbia, está algo más templada en este campo.

El dilema NBA-FIBA es absurdo. La máxima estrella española, Pau Gasol, está en la NBA y sabe bien cómo se juega. Aún si el reclamo fuera cierto, habría sido cuestión de que el entrenador Pesquera hubiera tomado nota de ello y ordenado a sus jugadores un rápido cambio de juego. En lo que coinciden FIBA y NBA es en que cuando la pelota pasa por la canasta, marca, y Estados Unidos lo hizo más veces que España.

Lo del tiempo muerto como gesto hermético de humillación es absurdo. Cada equipo tiene el derecho de usar todos los medios reglamentarios que considere necesarios para ganar, y por la diferencia que le resulte más conveniente. Que Estados Unidos tuviera el partido liquidado es irrelevante; todos los medios han destacado que Estados Unidos ha sido machacado más de la cuenta en la primera fase, y Larry Brown puede haber pedido un corte para evitar que España acortara diferencias por orgullo en los últimos segundos y así la victoria, que no fue holgada, no se desluciera más.

Hay derrotas fastidiosas, y esta de España lo fue, pero más fastidioso es no saber perder. Como diría Buzz Lightyear, caer con estilo, para que parezca volar.

21.8.04

Un guiño para el caído

Modelling Olympic Performance: An Executive Summary

Lo más curioso de este estudio es que una de las variables más importantes en él para determinar la probabilidad que un país tiene de ganar medallas es haber sido parte del bloque soviético. La explicación de los auditores de PWC:

"...whether a country was formerly in the Soviet bloc was highly significant, given the high political importance given to sport in many of these countries. This shows that sport is one area where state planning and intervention can produce results..."

Los auditores de la riqueza de Occidente, puestos a divertirse un rato (PWC comienza el documento diciendo que lo hace just for a bit of fun), reconocen alegremente que el intervencionismo estatal a veces da resultado. Es el guiño condescendiente del vencedor al caído.